domingo, 14 de octubre de 2012
La fuerza de un libro
Durante años, un libro de pastas blancas permaneció silencioso entre las joyas del misterio que mi tío guardaba en su biblioteca. Aquel objeto aguardaba acechante para cambiar por completo la vida de quien esto escribe.
No sé en qué momento concreto reparé en su presencia, pero sé que fue un momento mágico. Ocurrió allá por 2002 y debió llamarme la atención entre los cientos de libros que se posaban sigilosos sobre las baldas rojizas de madera de castaño. No tengo conciencia de la primera vez que lo abrí, pero sí recuerdo que a cada visita a la casa de mi tío lo hojeaba una y otra vez; me detenía en la terrible fotografía del cadáver de Boisaca o de la niña de mirada perdida y cara de anciana del poblado de Fragosa. Pero sobre todo recuerdo sentarme emocionado frente a la estufa para leer las andanzas de un intrépido periodista que recorría todos los rincones de España con la única compañía de una grabadora, un cuaderno y su inseparable Nikon. Imposible olvidar sus peripecias por los páramos infinitos de Las Hurdes para entrevistar a Serafina Bejarano, último testigo del duende de Ladrillar, o de su eterno caminar por el pueblo viejo de Ochate durante la Navidad de 1995. Y yo pensaba: "Mientras la mayoría de familias normales se preparaban para cenar en tan señalada fecha, este periodista solitario se dedicaba a recorrer el interior de un pueblo muerto". Aquel pensamiento me golpeó con fuerza y cambió para siempre mis esquemas; aunque creo que la expresión más sincera es que despertó algo en mí. La profundidad de la búsqueda que te abstrae del mundo y te hace sentir libre de toda atadura fue el detonante para iniciar un camino que aún prosigue. Un camino de aislamiento, de sana obsesión, de inconformismo y de abstracción absoluta. Un camino esperanzado cuya guía es la senda invisible del misterio, de algo tan profundo y ancestral que incomoda a las mentes encajonadas por lo oficialmente aceptado.
Por cierto, aquel libro era "Enigmas sin resolver", y aquel periodista era Iker Jiménez. Por eso, a escasas semanas de la publicación de mi próximo libro, quiero agradecerle al periodista solitario que despertó mi inquietud con sus bizarras andanzas que aceptara iniciar dicho trabajo con sus palabras. Entenderán que su texto no sea un simple prólogo al uso; es, además, un homenaje al primer eslabón de esta cadena. Su inconfundible voz, al inicio del libro, es necesaria para entender el origen de esta bendita locura. Una contagiosa espiral sin retorno en busca de la libertad.
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7 comentarios:
Gran reflexión amigo Javi!!
y todo un placer el formar parte de alguna manera de ese mítico capitulo sobre Ochate.
Un abrazo!!
ENRIQUE
Con el libro de los mayas comenzastes tu larguisima trayectoria, a por el segundo!!!
Esto demuestra hasta donde pueden llegar los sueños y las ilusiones puestas a tono y trabajandolo a tope!
Te mereces que todo te vaya bien y de todo corazon que sigas ahi por mucho tiempo.
Un abrazo.
Urko
Un post precioso, me alegro que hayas retomado el blog, que lo tenias un poco abandonado.
Estoy deseando que salga tu libro, para leerlo. Se bueno y sácalo también en edición digital, que en mi casa no cabe un sólo libro más. :-D
Un abrazo.
Me alegro mucho de que estés dónde estas Javi, nadie se lo merece más. Es divertido saber que hay otros "locos raritos" por el mundo y que son tan buena gente como tu. Mucha suerte con este proyecto y con todos los que te propongas, te saldrá todo genial. Un abrazo!
Hola,tocayo y paisano:
Acabo de leer tu segundo libro "Los ecos de la tragedia",y dejando aparte elogios y halagos,he de decirte que he disfrutado con la lectura del mismo.
Salvando las distancias,tu prosa y manera de narrar las experiencias en las que te has visto envuelto en tu trabajo-pasión,me ha parecido muy correcta,sensible,cálida,y dentro de que no es poesía y los temas son muy delicados,a la vez me resulta de un estilo bello y elegante.
Creo que has tenido un buen "maestro" en la figura de Iker Jimenez,y supongo habrás leído libros de J.J.Benitez,Jimenez del Oso,Javier Sierra y otros tantos excelentes reporteros y no menos buenos escritores.
La verdad es que,habiendo leído ya tantos libros de esos autores por mi parte,siendo,desde adolescente,un eterno curioso de los temas del misterio y de la ciencia,he de confesar que siento cierta envidia,ya que,a tu relativa corta edad (yo ya peino algunas canas,jeje),atesoras un bagaje vital,cultural,social,experimental y de conocimiento muy amplio y extenso,pero lo que me da más envidia sana,es la capacidad que ya se palpa en tu prosa,para contar historias y hechos de una manera tan amena,lúcida,elegante y que rebosa sentimiento y gusto por lo que haces.
Lo de la envidia sana,se debe a que te dedicas a una tarea que es vocacional,vives experiencias como las que yo soñaba vivir cuando era más joven,pero lo mejor es que,ya te has lanzado al ruedo de la literatura y,al menos tu último libro,que es el primero que leo de tí,está resultando una obra tan interesante,apasionante y emocionante,que ya quisiéramos muchos escritores frustrados haber logrado crear algo parecido alguna vez.
Agradecerte que nos regales a los curiosos insaciables una obra como esta,y decirte que,por una vez,siento cierto orgullo ajeno,por poder decir que soy "paisano" de un escritor novel pero lleno de talento,agudeza,sensibilidad y,sobre todo,de amor por lo que hace,de pasión y de ganas por seguir creciendo,aprendiendo,investigando y "alimentando" a tantas personas ávidas de poder experimentar,al menos con la lectura,sensaciones parecidas a las que tú tienes la fortuna de sentir y de vivir.
Mucha suerte,que sigas por esta línea y nunca dejes de rodearte de esas personas que tantos conocimientos atesoran y que,además,están siempre tan dispuestos a compartirlos,ya no sólo contigo,sino incluso con las personas que sentimos una curiosidad parecida,siempre insaciable y tantas veces incomprendida.
Gracias por todo,y nos vemos y leemos.
Un saludo.
Javier Martín.
Bueno te sigo en los programas que haces, y la verdad me ha sorprendido, que tengas un blog, y es que quien dijo que los blogeros somos unos insulsos , apagados y aburridos...
Decirte que los sueños se consiguen , no solo soñandolos si no realizándolos a base de luchas y esfuerzo.
( Cosa que ya sabrás).
Saludos
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